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Ribadeo (Puente de Los Santos)
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Aunque hablar de rías gallegas está habitualmente asociado a las rías bajas, aquellas que se extienden desde el cabo de Finisterre hasta la frontera portuguesa, en ningún caso deberíamos despreciar el potencial que encierran las rías altas, las que se encuentran al este del cabo citado hasta el límite de la provincia de Lugo, en su línea divisoria con Asturias. Si bien las rías bajas presentan un tamaño muy superior al resto, una gran riqueza natural, extensos cultivos marinos y un considerable atractivo turístico, también las rías altas pueden poner al alcance del visitante suficientes alicientes para que no se sienta en ningún momento defraudado.
A pesar de que conozco bastante bien todo el litoral gallego, y la evolución que viene experimentado durante los últimos tiempos, en este caso concreto quiero hacer una breve referencia a Ribadeo y su ría, compartida en su margen derecha, aguas abajo, con pequeños y pintorescos pueblos asturianos, tales como Vegadeo, Castropol y Figueras.
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Ribadeo (Torre de los Moreno) |
Ribadeo, con un núcleo urbano cercano a los 7.000 habitantes, es una de las villas más importantes de la costa de Lugo. Su situación geográfica, localizada en el extremo nororiental de la provincia, le permite disfrutar de unas temperaturas moderadas durante todas las estaciones del año así como de un excelente y variado paisaje, que, unido a una aceptable oferta gastronómica y a sus grandes posibilidades de ocio y tiempo libre, ofrece al viajero suficientes atractivos para poder ser considerado como un apetecible lugar de destino. Aparte del disfrute de sus playas y de las distintas rutas turísticas que se pueden realizar, dentro de la propia villa y su comarca, en las que se pueden apreciar los rasgos más característicos de su riqueza artístico-cultural, su arquitectura y su estimable patrimonio religioso, lo más destacable, particularmente para todos los aficionados a los deportes relacionados con el mar, son las posibilidades que ofrece su puerto deportivo, recurso turístico de primer orden que permite la práctica de todo tipo de actividades náuticas en el agradable y apacible entorno de la ría, en la que, para los amantes de la pesca, se pueden encontrar las especies más estimadas: lubinas y doradas, entre otras. En este sentido, creo que es oportuno hacer mención a un interesante proyecto empresarial que, aunque está dando sus primeros pasos, estoy seguro que contribuirá, una vez consolidado, no solo a ofrecer un estimable servicio a todos los amantes de la navegación y la pesca deportiva, sino a poner una nota diferencial en la oferta turística de esta localidad marítima y ribereña. Me refiero a la empresa “A Flote”, puesta en marcha por el entusiasta Pedro Lázaro, cuya información se puede localizar en su página web, www.aflote.com, y a quien quiero, desde este blog, enviar un cordial saludo y desearle el mayor de los éxitos.
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Figueras |
Después de una complaciente y merecida jornada de ocio, empleada en cualquiera de las muchas y variadas actividades en que se puede ocupar el tiempo libre, habrá llegado el momento de reponer fuerzas, cumpliendo con las necesidades del estómago, sin olvidar ni despreciar la satisfacción del paladar. No es difícil encontrar en Ribadeo lugares donde se pueden conjugar ambas cosas, aunque, para los verdaderos aficionados a la gastronomía, con estilo y buen hacer, no puede faltar una visita al restaurante San Miguel. Su privilegiada situación, con excelentes vistas diurnas y nocturnas, unido a la calidad y selección de sus productos, excelente cocina, así como a la adecuada cualificación y profesionalidad de su personal, hacen de este establecimiento un lugar de parada obligatoria, de la que, con toda seguridad, saldrán plenamente satisfechos.
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Ribadeo (Puerto deportivo)
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A la hora de elegir alojamiento, lo más recomendable, dentro de una amplia oferta disponible, sin menosprecio de otras posibilidades, es la opción del Parador. Su estratégico emplazamiento, con magníficas vistas, y la estimable calidad de sus servicios, le hacen óptimo para pasar unos días tranquilos y agradables.
La cálida acogida que los ribadenses dispensan a todos cuantos les visitan, característica bastante general en la práctica totalidad de los pueblos gallegos, es siempre bien valorada por todos los que recalan por sus tierras y deja un agradable regusto que invita al regreso.
Si aún no conoce Ribadeo, y se acerca en algún momento a esta villa, puedo darle un buen consejo, que, a buen seguro, lo agradecerá: no deje de visitar el monasterio de Santa Clara y adquirir alguno de los productos que las monjas clarisas elaboran y ponen a la venta a través del torno. Seguro que, además de las sensaciones que se lleve de esta localidad, se llevará también el recuerdo más dulce. Claro que este será el más efímero; pero, aún así, merecerá la pena.
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Playa de "Las Catedrales" |
Por último, no quería dejar de recomendarles, igualmente, realizar una visita a la playa de Las Catedrales, una de las más bellas del litoral gallego, y probablemente del país, con admirables formaciones rocosas donde la naturaleza nos ofrece su enorme capacidad artística, muy superior a la que se pueda derivar del arte humano. Lo que tendrá que tener en cuenta es que esta playa, en determinadas épocas del año, por la gran afluencia de visitantes, tiene el acceso restringido, por lo que deberá solicitar previamente el permiso preceptivo para el día y hora en que pretenda realizar la visita. Las reservas se pueden solicitar en el portal que la "Xunta de Galicia" ha creado al efecto, utilizando el acceso directo que a continuación se indica:
https://ascatedrais.xunta.gal/monatr/inicio?lang=es
C. Díaz Fdez.
Oviedo, 17 de octubre de 2011